¿Qué nos está pasando a los argentinos?, por Jorge Frowein
Parece que somos extremadamente cambiantes, alternando del exitismo a la desazón.
Veo con preocupación a qué nivel de violencia verbal e intolerancia hemos llegado. La mayoría de las personas no tienen ningún empacho en faltarle el respeto a cualquier autoridad y sobre todo a la máxima, en éste caso nuestra propia Presidente, me parece de muy mal gusto los calificativos que se utilizan, y sobre todo favorecidos por las redes sociales, donde muchos se atreven a decir lo que de otra manera no tendrían el coraje de hacerlo.
A nadie se le ocurriría burlarse de su propio padre (aunque en algunos casos puede haber motivos), porque sería faltarnos el respeto a nosotros mismos, ya que es él quien nos dio la vida y aparte nos representa. Salvando las diferencias, nuestra Presidente nos representa a todos, aunque no la hayamos votado, hubo una mayoría que la votó y hay que respetarla, al menos así funciona la democracia.
Para los que son cristianos, les diría es bíblico, es uno de los preceptos que nos enseña las Sagradas Escrituras, el respeto a las autoridades, que están puestas por Dios, ya que Él es quién permite que las mismas ocupen dicho lugar.
En ésta campaña de desprestigio tienen un papel fundamental los medios de comunicación hegemónicos que sólo buscan desprestigiar al gobierno ya que ven el final de sus privilegios.
No se dejen engañar que la “opinión pública” es lo que piensa la gente… sino lo que los medios quieren que piense. Está claro que ésta es una pelea de titanes, está planteada y nadie retrocede por nada del mundo, por un lado el gobierno, y por otro lado las corporaciones, en éste caso liderados por el grupo Clarín.
Como en toda batalla hay efectos colaterales, que lamentablemente terminamos pagando el resto, los más débiles. No es mi objetivo defender al gobierno, creo que tiene suficientes elementos para exhibir en éstos años de gestión. Sólo quiero alertarles que existen otros intereses espúreos que les están haciendo un lavado de cerebro y haciéndoles creer que todo está muy mal.
Como médico voy a hablarles de algo que conozco a fondo y ejemplifica de algún modo todo lo que se ha logrado en éstos pocos años, algo de lo cual había perdido toda esperanza de cambio, el PAMI. Antes era un monumento a la corrupción, y hoy gracias a Dios veo el gran cambio allí operado, los millones de abuelitos que reciben atención médica de primer nivel, medicamentos gratis, bolsones de mercaderías , subsidios para cuidadores domiciliarios y todo eso sin mencionar los innumerables beneficios sociales ( Clubes y Centros de Día, Hogares Tutelados, todos los planes de turismo para la tercera edad). Ni hablemos de otros temas como las pensiones por discapacidad, por edad avanzada, el Salario Básico Universal.
Ahora pregunto, todo ésto sería posible con un gobierno corrupto y que no piensa en la gente?.....
Está más que claro lo que nos decía Jauretche “La multitud no odia, odian las minorías, porque conquistar derechos provoca alegría, mientras perder privilegios provoca rencor”.
Jorge Frowein
Intendente de Wanda




