Las orquestas y coros de niños de cada localidad misionera siguen creciendo.
La primera orquesta escolar se creó en 2010,
en la Escuela 110 de Posadas, tras la donación de 66 instrumentos por parte del
Ministerio de Educación de la Nación y la creación de cargos provinciales para
los docentes que estarían al frente.
Hoy son diez nodos corales y doce orquestales
-cuatro de ellos por convenio con otras instituciones-, integrados por más de
mil niños desde nueve años, adolescentes e incluso adultos, ya que la propuesta
es abierta a quienes quieran aprender música con un instrumento o integrando un
coro.
En tres años se han formado 22 conjuntos
musicales a través del Centro de Educación Musical 1.
A tres años de la creación del Centro de
Educación Musical 1 (Cemu) que dirige Marilé Vendrell, las orquestas y coros se
han diseminado por la provincia a una velocidad impensada.
La conformación de las orquestas y coros es
diversa. Algunas surgieron por pedido de los directivos escolares o de los
intendentes y otras por propuesta del Cemu. El tipo de formación -orquesta
sinfónica o folklórica, banda o coro- se define en función de los recursos,
humanos y en instrumentos musicales que haya a disposición o se puedan
conseguir.
El entusiasmo se contagia y una vez que surge
la iniciativa, las cosas se van consiguiendo y hace que se puedan gestionar o
conseguir los instrumentos necesarios para armar las orquestas o las horas
cátedra para que los docentes de música -actualmente son veinte- puedan
dedicarlas a los talleres de violines, violonchelo, vientos, guitarra,
percusión u otros instrumentos.
Las agrupaciones contaron con el apoyo del
Ministerio de Educación nacional, provincial, de las municipalidades,
comisiones de padres e incluso otras organizaciones con las cuales realizaron
convenios.
La
metodología en estas orquestas y coros es de aprendizaje participativo, que
ayuda a optimizar la atención y la concentración, a incentivar la
responsabilidad y la disciplina de cualquier aula y a desarrollar las
capacidades artísticas. Es un aprendizaje social, para la vida
comunitaria, y diferente -Si bien en principio la propuesta era para niños de 9
a 18 -edad en que se supone deben terminar la escolaridad secundaria, muchos
chicos que ya terminaron la secundaria siguen en las orquestas. Además hay
padres, madres, tíos y abuelos que se sumaron porque querían aprender un
instrumento.





